El último domingo antes de Navidad, es un gran Ángel, con capa de un violeta muy tierno y cálido, el que aparece en el cielo y sobrevuela toda la Tierra, llevando en sus manos una gran lira.
Toca con esta lira una música muy dulce y acompaña su canto, que es muy armonioso y claro. Pero para poder escucharlo hay que tener un corazón silencioso y atento.
Su música es el gran canto de paz, el canto del Niño Jesús y del Reino de Dios que viene sobre la Tierra. Muchos angelitos le acompañan cantando también y se regocijan en el cielo.
Entonces todas las semillas que duermen en la Tierra se despiertan y la misma Tierra escucha y se estremece: el canto de los ángeles le dice que Dios no la olvida y que algún día ha de ser de nuevo Paraíso.
Soline y Pierre Lienhard.
Tomado del libro "cuentos de adviento y navidad", Editorial Dilema.